«Por un lado, hay una parte abierta, con los ganchos para tener lo de más uso a mano, y una balda equipada con cestos para complementos. Por otro hay una parte cerrada para guardar los abrigos», ha señalado la decoradora.
Para aprovechar del todo el banco en «L», Marta Tobella lo equipó con cajones de diferentes medidas para descalzarse y guardar los zapatos con solo llegar a casa. ¡Una ideaza!.