Combinan orden y ligereza en la cocina y no saturan el espacio, sino que consiguen que parezca más amplio.
Mónica Corredera
Periodista especializada en decoración
¿Buscas un sistema de almacenaje para cocina que resulte ligero? Sustituye los muebles altos por baldas o estantes de pared y conseguirás una mayor sensación de amplitud y luminosidad. Es importante elegir con acierto materiales y colores, así como mantener los objetos en orden.
1. DE MADERA Y COMBINADO CON BLANCO.
El tono cálido de la madera elegido para este estante de pared combina de maravilla con el color blanco del resto de muebles y armarios. Una balda volada estrecha que, a pesar de no ofrecer mucho espacio, sí resulta de lo más decorativa. Una gran idea para cocinas pequeñas.
2. ESTANTE ESPECIERO DE MADERA
Estos estantes de pared son el modelo Bekvan, perfectos para colocar pequeños botes de especias o libros de cocina, de forma que liberan espacio en la encimera. Son de madera maciza de álamo, por lo que se pueden lijar y decorar con cualquier color y acabado.
El papel pintado del fondo y las molduras que decoran los cajones inferiores le dan a este rincón de la cocina un aire romántico y especial. Los estantes, de madera pintada en blanco, albergan huecos para guardar infusiones y otros elementos de pequeño tamaño, así como ganchos en la parte inferior para colgar las tazas. ¡Un mueble desayunador perfecto!.
4. UN TOQUE CAMPERO CON UN ESTANTE MUY VERSÁTIL
De madera pintada de blanco y con un estilo rústico, este estante de pared incorpora una barra de acero inoxidable para colgar tazas y otros elementos.
5. MADERA Y HIERRO, UNA COMBINACIÓN CERTERA
En esta amplia cocina de estilo rústico los estantes de pared son de madera y se fijan a la pared con escuadras de hierro forjado negro. La combinación de materiales le da al conjunto un toque decorativo, muy apropiado al estilo de este espacio.
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